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EL TAROT DE LOS ORISHAS
El Tarot de los Orishas no pertenece a ninguna tradición religiosa. Fue creado para dar a conocer al mundo los Orishas y sus secretos, brindando una clave interpretativa simbólico/psicoanalítica, resultado de un estudio comparativo entre la tradición yoruba y la psicología occidental.
Los que practican religiones de origen africano o afroamericano, pueden usar esta baraja basándose en el propio conocimiento.
Todos los demás, por otro lado, encontrarán útil leer la guía en línea.
Regístrense en el sitio para leerla gratuitamente.
EL TAROT DE LOS ORISHAS
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FILOSOFÍA
EL TAROT DE LOS ORISHAS ES UN PRODUCTO 100% ARTESANAL
El Tarot es un objeto antiguo cuyo origen aún hoy no se ha entendido del todo. Con respecto a esta antigüedad, el Tarot de los Orishas está elaborado totalmente a mano, como se hacía en los antiguos talleres artesanales y pertenece al rico y variado mundo de las "Barajas Indies", barajas de cartas realizadas por artistas y artesanos independientes, que no cuentan con el sistema de producción industrial, sino que crean sus obras en su propio laboratorio artístico.
BARAJA
36 CARTAS
La Baraja contiene 18 cartas blancas que describen las características brillantes, útiles y positivas del Orisha y 18 cartas negras, que representan el mismo carácter mostrado de manera especular, como una visión reflejada en el espejo y representando los aspectos oscuros, dañinos y negativos del Orisha. Además hay la pareja Agayú/Naná Burukú. Este par presenta dos imágenes diferentes, una para el aspecto de luz y otra para el aspecto de sombra. Es la única pareja de la baraja que es una excepción, siendo estos dos personajes la representación misma de la Luz y la Sombra. En toda circunstancia y en toda persona existe un componente dual que el Tarot de los Orishas propone investigar para un mejor conocimiento de uno mismo y de los demás.
UN ORISHA HABLA EN TU CABEZA
PERSONALIDAD ELEMENTAL, CASI MECÁNICA
MÁS ORISHAS HABLAN EN TU CABEZA
PERSONALIDAD COMPLEJA Y MÁS REFINADA
TODOS LOS ORISHAS HABLAN EN TU CABEZA
ERES UNA MENTE MAESTRA
NINGÚN ORISHA HABLA EN TU CABEZA
ESTÁS LIBRE
Esta consideración no debe confundirse con el trastorno de personalidad múltiple u otros trastornos psiquiátricos.
TEMPORALMENTE NO DISPONIBLE
CAJA DE MADERA TAROT
UN POCO DE HISTORIA
En el siglo X a.C., un grupo de cazadores nómadas se asentó en un territorio que ahora llamamos Nigeria, dando lugar a una cultura que ahora consideramos como una de las más refinadas y antiguas de la cultura "negra" o subsahariana: la cultura Nok (nadie sabe realmente cómo se llamaba). Esta cultura alcanza su apogeo expresivo en el arco del milenio que va del 500 aC al 500 dC. Es una civilización ya muy desarrollada, donde el arte de la fundición de metales ya es conocido y utilizado con gran habilidad, como lo demuestran los antiguos hornos encontrados en la cuenca del Níger. Esta cultura, que aún hoy permanece envuelta en un misterio y que nos habla a través de figurillas de terracota y cabezas de bronce, es en realidad el vientre cultural del que nacen los más famosos dioses africanos: los Orishas.
Figurilla de terracota de la era Nok del siglo VI a.C.
Siglos después, siempre en el mismo territorio, se funda la mítica ciudad de Ilé-Ifé, considerada por su pueblo (los yoruba) el centro del mundo y el hogar de los Dioses. Tradicionalmente se considera que el mítico fundador de la ciudad fue Oduduwa, un príncipe oriental que fue expulsado de La Meca por haber conspirado contra el islamismo a favor del retorno del paganismo y de los antiguos dioses venerados por los antepasados. Por lo tanto, es en este período que los Orishas vuelven a florecer. Se demolieron mezquitas y se levantaron templos, iniciándose un proceso de recuperación de la tradición africana original. Los nombres de Olokun, Oggun, Oshun, Elegguá y muchos otros (los Orishas son unos 400) son invocados nuevamente y sus estatuas y lugares de culto se extienden por todo el imperio yoruba también conocido como el reino de Oyó.
Cabeza de bronce de Olokun hallada en la ciudad de Ilé-Ifé siglo XII d.C.
Desafortunadamente pero, una vez más, la vida de la antigua espiritualidad africana será puesta a prueba por la llegada de otro monoteísmo, aún más agresivo, aún más determinado en borrar definitivamente la dignidad de las antiguas creencias subsaharianas: el cristianismo. En los albores del siglo XIV se iniciaría la trata de esclavos, atrocidad que alcanzaría su punto álgido durante el siglo XVII. Millones de africanos serán desarraigados de sus tierras, golpeados, torturados, asesinados, esclavizados y, por supuesto, bautizados a la fuerza. Se intentará destruir totalmente todo rastro de la cultura de estos hombres y mujeres deportados a las Américas, también mediante el uso de castigos corporales despiadados, que se empleaban cada vez que los esclavos intentaban reunirse para celebrar sus bailes rituales o pronunciar sus oraciones al son del tambor.
Castigo corporal a bordo de un barco negrero inglés
Fue en este clima persecutorio que los africanos, provenientes de diferentes regiones de África, cada una con sus propias historias y dioses, comenzaron a constituir grupos cuyo objetivo era estandarizar sus creencias tratando de crear una cosmovisión homogénea y compartida que pudiera sobrevivir y resistir la colonización cultural occidental. Con el tiempo se fue creando un sincretismo, primero entre los diversos dioses africanos y luego asociado a santos cristianos utilizados como elemento de conjunción entre un credo pagano y uno monoteísta. Durante este proceso también se creó un Dios supremo, conocido hoy como Olodumaré. Este dios no existía en un principio, ya que la verdadera espiritualidad africana no reconoce un solo Dios sino una sola energía vital o "poder" creador que lo anima todo: el Ashé.
El Ashé (en yoruba Asé) es Dios.
SANTERÍA
Como escribe Celia Blanco en su famoso libro Santería yoruba: < ...su religión de origen ancestral estaba prohibida, por ser una "práctica primitiva de negros ignorantes". Mientras tanto se les ordenó aceptar la religión católica, siendo el blanco "superior" y su religión "la religión"... a pesar de este contexto, poco a poco se reagruparon y lograron redimir la fuerza de su espiritualidad... de hecho lo consiguieron por medio de un mecanismo ingenioso y creativo: el sincretismo.>
Los esclavos comenzaron a llamar a Oggún "San Pedro", Yemayá "la Virgen María", Babalú Ayé "San Lázaro", Shangó "Santa Bárbara" y así sucesivamente... aprovechando algunas similitudes formales como el hecho de que tanto Shangó como Santa Bárbara llevan corona y arma, ella la espada, él el hacha doble o el hecho de que San Pedro siempre se asocia con objetos de metal, llaves o cadenas y Oggún es herrero. Este sincretismo fue tan efectivo como estrategia de camuflaje que con el paso de los siglos acabó convirtiéndose en una verdadera religión que hoy se conoce como Santería o Regla de Ocha.
Shangó y Santa Barbara
No hace falta decir que estas asociaciones entre santos y Orishas no tenían ningún fundamento cultural, teológico o filosófico. Eran simplemente un código simbólico utilizado para no despertar sospechas entre los "dueños blancos". Es por esto que en el Tarot de los Orishas, no hay rastro de sincretismo católico. En cambio, existe el intento culturalmente digno de volver a construir un puente entre nuestro pasado y nuestro presente de acuerdo con una perspectiva principalmente psicológica pero posiblemente también psicomágica, en el sentido Jodorowskiano del término. De hecho, cada uno de nosotros, una vez que haya encontrado a su Orisha, puede rendirle homenaje en la forma ritual que considere más adecuada.
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